SUNDAY AFTERNOON
Date la vuelta. Vuelve la mirada hacia atrás, hacia todos aquellos domingos por la tarde en los que el frío te obligaba a está resguardado en casa. El aburrimiento y el calor soporífero del hogar destartalado, que ahumaba todo el comedor. Las largas siestas bajo una atronadora luz anaranjada que para nada impedía el sueño profundo en que caías sin remedio. Un sueño amenizado por las voces de Marisol, Joselito, Manolo Escobar, Concha Velasco o Isabel Garcés.
Por tantas películas de cine de barrio entonces detestabas pero que ahora recuerdas con nostalgia, e incluso las echas de menos. Los pañitos de ganchillo que inundaban hasta el último rincón de la casa de tu abuela, con los azulejos estampados y esas enormes mantas de patchwork entre las que te encantaba acurrucarte y esconderte. Cierra los ojos y piensa en el olor galletas recién hechas y en el hambre que tenías cuando llegaba la hora de merendar pan con chocolate. ¿Te acuerdas de las enormes cortinas con las que jugabas hacer casitas? Sí, las mismas que se soltaban al estirar y esparcían tooodos los ganchitos blancos por el suelo.
Recuerda los achuchones y los besos de tus padres y jugar al pilla pilla con tus hermanos.
Eso, exactamente, es SUNDAY AFTERNOON, un intento de devolverte un poquito de esas sensaciones que tanto añoras y que probablemente solo podrás revivir en tu memoria.

SUNDAY AFTERNOON es una colección que se desarrolla en torno a la estética del interior de una antigua casa familiar.
Los grandes edredones de patchwork se convierten ahora en abrigos y vestidos con mangas japonesas que generan volúmenes gigantes. Los volantes de rizo construyen pantalones, mangas y prendas completas.
Los estampados se mezclan creando patchwork en las prendas y en la colección en general.
Destacan los tejidos de tapicería ,los estampados de azulejos y los pequeños retales de algodón que forman el patchwork.
La organza tiene también un papel fundamental, al igual que la polipiel, que añaden distintas texturas a las prendas.
La combinación de muchas prendas en el mismo look crea un efecto de saturación visual que confunde y reconforta a partes iguales.
Los looks se rematan con unos bolsos de cristal y piel, con largas asas construidas con borlas, que contienen pan con chocolate, un guiño a la merienda favorita de nuestra infancia.